Siempre hay un comienzo

¿Qué da lugar al filosofar? ¿Qué es aquello que origina, en la historia humana, hondas preguntas que movilicen al hombre en busca de una respuesta? Karl Jaspers [1] menciona tres raíces del filosofar: el asombro, la duda y las situaciones límites.



Asombro

Admiración, maravillamiento, embelesamiento, sorpresa, encantamiento, fascinación, deslumbramiento. A lo largo del tiempo, el hombre se ha sentido hipnotizado por la naturaleza: la perfección del mundo natural y, fundamentalmente, su belleza, han originado fascinación de parte del hombre al punto que, en todo tiempo, se ha interrogado sobre el origen del cosmos, su sentido y finalidad.

En La Biblia, el Salmo 8 destaca la majestad del Universo y, frente al sobrecogimiento que genera su contemplación, el salmista se interroga: “¿Quién es el hombre para que te acuerdes de él?” (Sal 8, 5). Así, la naturaleza y el asombro que ésta genera, dan lugar a una pregunta de raíz filosófica. El asombro y la admiración exigen el conocimiento, poder descifrar el origen y el sentido de aquello que provoca deslumbramiento. De este modo surgió en el mundo griego la pregunta por el origen del cosmos: la grandeza y el orden del mundo natural contemplado los impulsó a desentrañar sus misterios preguntándose por el principio ordenador del cosmos.


Duda

La duda es un poderoso motor que impulsa el filosofar. Como sabemos, el filósofo no se contenta con apariencias, busca penetrar en lo más hondo del misterio del hombre y del cosmos. Y esto es posible gracias a la duda, a la pregunta, a cierta “insatisfacción” frente al saber o a lo percibido por los sentidos, que es cuestionado una y otra vez. Dice Jaspers: “La duda se vuelve como duda metódica la fuente del examen crítico de todo conocimiento. De aquí que sin una duda radical, ningún verdadero filosofar”. Radical y metódica. La primera exige el desarrollo del pensamiento crítico, se trata de una duda profunda, aguda que se convierte en estilo de pensamiento, es decir, metódica, el modo de enfrentarse al objeto de conocimiento o al motivo de reflexión.


Duda [2]

No sé si el tiempo es propio de nuestra conciencia,
no sé si existe de verdad,
no sé quien pueda comprobar si todo es una foto
o va al ritmo de un tic-tac... o va al ritmo de un tic-tac.

Pero, ¿qué diferencia hay?
Si de la conciencia no nos podemos librar,
esa guía innata y leal que vos bien sabes
no siempre podemos respetar, no siempre podemos.

Y hoy debe ser la tuya mi peor enemiga
la que te echa la culpa
por no saber aguantar tus ganas y las mías
de parpadear una vez más.

Vos no te preocupes que yo voy a intentar
que pegue media vuelta y patee para allá,
sé que no es irreversible este proceso
pero no quiero que vaya hacia atrás.

Yo por ateo y racional no tengo a quien rogarle,
vos tan insegura que querés cambiar de vida,
yo de la esperanza, un mal amigo
y vos tan frágil como aquella hojita que me pediste que guarde.

Y hoy debe ser la tuya mi peor enemiga...

Y si es que el tiempo existe yo quiero compartirlo,
si todo es una foto quiero estar
y si es que el tiempo existe yo quiero compartirlo
si todo es una foto yo quiero estar al lado tuyo.
Al lado tuyo quiero estar,
en la foto quiero estar al lado tuyo.




Situaciones límites

El hombre está siempre en situación. El hallarse en el mundo afecta al hombre, pues no puede ser indiferente a la realidad que lo abarca o lo rodea. Jaspers afirma que hay situaciones de las que no podemos escapar, situaciones que interpelan, interrogan, impulsan la búsqueda de respuestas o explicaciones. Son las situaciones límites: la muerte, el dolor, la angustia vital… todas ellas impulsan el filosofar pues reclaman encontrar el sentido de aquello que nos rodea.

Por su parte, Ortega y Gasset plantea la importancia de las circunstancias que abarcan la vida humana: «La reabsorción de la circunstancia es el destino concreto del hombre […] Este factor de realidad circunstante forma la otra mitad de mi persona: sólo a través de él puedo integrarme y ser plenamente yo mismo […] Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo.» [3] ¿Qué promueve el pensador español? ¿Cómo puede salvarse la circunstancia? ¿Se trata de asumir la realidad, para comprenderla y aceptarla y, así, en la aceptación encontrar sosiego? ¿Se trata de encontrar una explicación a esa situación que lo rodea, lo abarca y, tantas veces, oprime? Si el hombre se pregunta: “¿Por qué el dolor? ¿Qué sentido ha de tener?”; el hallar una respuesta, ¿se presenta como una imperiosa necesidad a fin de mitigar ese dolor? En el filosofar, ¿se encuentra sosiego?

“La Canción de la Tierra” plantea un sinnúmero de interrogantes en torno a la relación del hombre con el medio ambiente. Su autor, Michael Jackson, menciona al comenzar la canción:

“Respeto los secretos y la magia de la naturaleza, por eso me enfurece lo que está pasando. Cada segundo deforestan un campo de futbol en el Amazonas, esas cosas me molestan mucho; por eso escribo esta clase de canciones, le da un sentido de conciencia y esperanza a las personas. Adoro el planeta, adoro los árboles, me encantan; sus colores, el cambio de sus hojas, me encanta y respeto esa clase de cosas”.

En sus palabras hay un cúmulo de sensaciones: amargura, dolor, pero, también, admiración. No oculta el maravillamiento que impulsa en él la contemplación del mundo. La situación descripta lo conduce, también a la duda, se plantea el problema de Dios y del sueño del hombre. El estado de la tierra es, para el autor, una situación ineludible


La Canción de la Tierra [4]

¿Qué hay del amanecer?
¿Qué hay de la lluvia?
¿Qué hay de todas las cosas
que dijiste que tendríamos que gana?
¿Qué hay de los campos de concentración?
¿Tienes un momento?
¿Qué hay de todas las cosas
que dijiste que eran tuyas y mías?
¿Alguna vez te has parado a observar
toda la sangre que hemos derramado anteriormente?
¿Alguna vez te has parado a observar
la Tierra y las costas que llora?

¿Qué le hemos hecho al mundo?
Mira lo que hemos hecho.
¿Qué hay de toda la paz
que le prometiste a tu único hijo?
¿Qué hay de los campos florecientes?
¿Tienes un momento?
¿Qué hay de todos los sueños
que dijiste que serían tuyos y míos?
¿Alguna vez te has parado a observar
todos los niños que mueren por la guerra?
¿Alguna vez te has parado a observar
la Tierra y las costas llorosas?

Solía soñar
Solía mirar más allá de las estrellas.
Ahora no sé donde estamos
Aunque sé que hemos ido lejos a la deriva.

Hey, ¿Qué hay del ayer?  (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los mares? (¿Qué hay de nosotros?)
Los cielos están cayendo (¿Qué hay de nosotros?)
Ni siquiera puedo respirar (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de la Tierra sangrante? (¿Qué hay de nosotros?)
¿No podemos sentir sus heridas? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los valores de la naturaleza?

Es el seno de nuestro planeta (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los animales? (¿Qué hay de eso?)
Hemos convertido reinos en polvo (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los elefantes? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Hemos perdido su confianza? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de las ballenas que lloran? (¿Qué hay de nosotros?)
Estamos destrozando los mares (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los senderos del bosque?

Quemados a pesar de nuestras súplicas (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de la tierra santa? (¿Qué hay de eso?)
Apartada por creencias (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay del hombre común? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Podemos liberarlo? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los niños que mueren? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Puedes oírlos llorar? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Dónde nos equivocamos?

Que alguien me diga por qué (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los bebés? (¿Qué hay de eso?)
¿Qué hay de los días? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de toda su alegría (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay del hombre? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay del hombre que llora? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de Abraham? (¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de la muerte, otra vez? 
¿Nos trae sin cuidado?



El hombre frente a la creación, descubriendo toda su belleza y magnificencia, pero, también, contemplando su destrucción. El hombre frente al dolor, al absurdo, la guerra, la violencia, la incomprensión, preguntándose por el sentido de sus acciones y el destino de toda la realidad que lo rodea: “¿Qué hay de nosotros?”. La pregunta engloba a todos los interrogantes acerca del destino de todos los miembros de la naturaleza acechados por la soberbia, la codicia, la insensibilidad. ¡Cuántas preguntas surgen al contemplar y analizar las acciones humanas! El hombre está obligado por sus circunstancias a encontrar una respuesta.



En la mirada de Jaspers, el asombro, la duda y las situaciones límites son las raíces psicológicas del filosofar. Para el pensador argentino Jaime Barylko, la crisis es el punto de partida de la acción filosófica: “La crisis nos obliga a pensar. La crisis del mundo, la de nuestras relaciones -que a veces están a punto de naufragar- la crisis de la economía, de la política. Pensar es consecuencia de alguna crisis. Si no, ¿para qué pensar? Si nos va bien en los negocios, ¿para qué pensar en los negocios? Pero si nos va mal en la vida, podemos llegar a pensar: "¿Para qué necesito yo todo esto, para qué me sirve?, ¿mejora mi vida con ello?".

La crisis produce análisis, reflexión. Cuando el pensamiento es sistemático, cuando abarca los grandes temas de la vida y busca e indaga qué es el amor, qué es el bien, qué es la vida, qué es la felicidad, sin dejarse llevar por las preferencias individuales, se llama filosofía”. [5]



[1] Jaspers, Karl.- La Filosofía.- Fondo de Cultura Económica.- México.- 1949.-

[2] Las Pastillas del Abuelo: Alejandro Mondelos: teclados. Diego Bochi Bozzalla: guitarra. Fernando Vecchio: guitarra. Joel Barbeito: saxo. Juan Comas: batería. Piti Fernández: voz. Santiago Bogisich: bajo. La canción “Duda” (Monteverde – Méndez – Fernández) forma parte de “Crisis” editado en el año 2008.

[3] J. Ortega y Gasset: Meditaciones del Quijote. Filósofo español, nació y murió en Madrid (1883 – 1955). Sus aportes a las filosofía se inscriben en lo que llamó perspectivismo y raciovitalismo. Fue fundador de la Revista de Occidente, publicación de divulgación científica y filosófica. Escribió obras como “La rebelión de las masas”, “Historia como sistema”, “Ensimismamiento y alteración”.

[4] Compuesto por Michael Jackson en el año 1995. Integra la obra “HIStory”. Conocido como el “Rey de Pop”, Jackson ha sido un completo artista dotado de capacidades de interpretación, composición, actuación, baile y producción. Nació en Indiana (EEUU) en 1958 y murió en Los Angeles en 2009.

[5] Jaime Barylko.- La filosofía: una invitación a pensar.

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