En 1976 fue editado “Humanos”, tercer disco del dúo Pastoral, formado por Alejandro De Michele y Miguel Angel Eurasquin. En esa obra estaba incluida la canción que hoy buscamos comentar.
Sin lugar a dudas, De Michele fue el poeta y cantante más filosófico del rock nacional. En sus canciones se percibe una sensibilidad especial para tratar la vida, la muerte, el encierro, la cotidianeidad... Canciones como “En el hospicio”, “Humanos” o “Atrapados en el cielo” demuestran una preocupación por abordar la cuestión humana desde preguntas fuertementes existenciales.
En la tapa del disco “Humanos”, realizada por Juan Oreste Gatti (recordado ilustrador del rock nacional en grandes obras para Sui Generis, Crucis, Pescado Rabioso, entre otros), una profunda frase ilustra claramente esta mirada filosófica sobre la vida: "La muerte nos espera vestida de gala en todos los rincones, para tragarnos. Y ya que no podemos detenerla con argumentos lógicos, por lo menos tratemos de positivar nuestro paso por la vida para ingresar en su estómago con nuestra mente funcionando y hacerle vomitar la esencia del que aunque ahora muerto no nació para durar."
En el mismo disco, la obra titulada “Me desprendo de tu vientre – De regreso a tus entrañas” busca desentrañar el misterio de la vida, pensada desde el vientre materno, el crecimiento, las huellas en el camino, la descendencia y la posibilidad de una vuelta a las entrañas para continuar la vida...
Me desprendo de tu vientre
(Letra y Música: Alejandro De Michele - Pastoral/Humanos - 1976)
Llego desde el centro de tu vientre a esta vida
con el llanto y la ceguera que ella misma impone,
se que respirando sólo viviré durando
hasta que mi cuerpo tome forma verdadera.
Ay! ¡Qué fácil me fue nacer
con el dolor de mi madre
y así empezar a crecer!
Y sentir mis huesos quietos no querer quedarse
y querer que mi nombre suene impresionante,
Y abrir mis ojos que nunca supe que estaban
para atrapar las luces con solo mirarlas.
Ay! Qué fácil nos es crecer
cuando no queremos mirar,
que vivir no es sólo respirar!
Y pasar por el colegio y la secundaria
y cerrar mi mente a todo lo que sea farsa
y sangrar mi cara por haber gritado fuerte
y saber más tarde que siempre algo se aprende.
Y hoy el ayer me queda lejos
y veo que estoy creciendo
cuánto atrás va quedando atrás, tan atrás.
De regreso a tus entrañas
Siento el tiempo en mi cuerpo,
dejando nuevas pisadas
sobre aquellas huellas viejas
que ya estaban.
Y trato hoy de saber
qué es mejor, tal vez no.
Tal vez no sea el suspiro frágil
de una brisa tenue que despierta
el que me recuerde de dónde
robar ternura el día que no tenga.
Y entonces hoy me trato de sacar
los clavos de mi cabeza;
esos que no me dejan pensar
que tal vez sea un hijo con todas las ganas
de tener mis propios hijos,
esparcidos por el cosmos
de manera que su aliento
empañe estrellas.
Y a lo mejor el regreso es mejor,
tal vez no.
Tal vez sea un hombre con niñez presente,
aplausos y también amantes.
Tal vez haya sido un germen
que, creciendo, tuvo que asumir que late.
El vientre de donde saltó una vez
y al que hoy va a regresar
para vivir en él.
Vivir en él.
“Llego desde el centro de tu vientre a esta vida”. La vida comienza en el vientre materno. Una descripción lograda de ese estado de felicidad, contención y resguardo.
“Y sentir mis huesos quietos no querer quedarse”. ¿Cómo describir la sensación del que está naciendo? ¿Cómo narrar ese pasaje del vientre al “afuera”?
“Vivir no es solo respirar”. Quizá la mejor frase de toda la canción. Una convicción de que respirar no es lo mismo que vivir. La vida exige que sea honrada, una vida sin sentido no es vida, una vida sin sueños ni proyectos carece de intensidad, de color, de grandeza.
“Cuando atrás va quedando atrás”. Constatar el crecimiento al comprobar que los años van pasando y uno lleva historias en su mochila, comienza a cosechar experiencias...
“Dejando nuevas pisadas sobre aquellas huellas viejas”. Un camino que se sigue y, a la vez forma una nueva senda... Un homenaje a quienes nos precedieron y con su experiencia nos mostraron el camino. Camino que cada uno debe desandar.
“Y entonces hoy me trato de sacar los clavos de mi cabeza”. Vida también es dificultad. Cruces, pruebas, obstáculos, contramarchas... Momentos en los que uno se encuentra en la encrucijada: confusión, tiempo de decisiones, de discernimiento.
“Y a lo mejor el regreso es mejor”. Una vuelta al origen. Con la convicción de seguir engendrando vida. De regreso a tus entrañas, para vivir allí...
Una propuesta interesante para hacer revisión de vida, dejar que los recuerdos nos transporten a etapas ya vividas y proyectarnos, con las imágenes de la canción, hacia ese futuro que anhelamos.
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