El Oficio de pensar
“Cuando
uno se despierta, quiere conocer la verdad,
lo
que se oculta detrás de las apariencias”.
Jaime Barylko
¿Cómo se define el oficio del
filósofo? En su libro “La Filosofía”, Jaspers plantea la distinción entre sabio
y filósofo al distinguir a quien posee la verdad de quien la busca afanosamente
o se contenta con contemplarla: “La palabra griega filósofo (philosophos) se
formó en oposición a sophós. Se trata del amante del conocimiento (del saber) a
diferencia de aquel que estando en posesión del conocimiento se llamaba
sapiente o sabio. Este sentido de la palabra ha persistido hasta hoy: la
búsqueda de la verdad, no la posesión de ella, es la esencia de la filosofía…”.
Esta primera aproximación nos permite pensar al filósofo como alguien en permanente
estado de búsqueda.
La frase de Barylko que antecede
estas líneas nos presentan al filósofo como un inconformista, aquel que no se
contenta con un mera descripción de lo que ve, por el contrario, es quien busca
llegar a lo medular de cada problema tratado; así, el filósofo pregunta, accede
a una respuesta y luego pone en crisis esa misma respuesta… El filósofo es
quien insinúa un camino a seguir, dejar la senda del conformismo y aventurarse a
llegar al fundamento de las cosas…
Innuendo (Insinuación)
[1]
Mientras el sol esté
en el cielo y el desierto tenga arena.
Mientras las olas rompan en el mar y se encuentren con la tierra.
Mientras haya viento y las estrellas y el arco iris.
Hasta que las montañas se desmoronen en la llanura.
Oh! si, nos mantendremos intentando,
pisar esa fina línea.
Oh! nos mantendremos intentando...
Sólo transitando nuestro tiempo.
Mientras las olas rompan en el mar y se encuentren con la tierra.
Mientras haya viento y las estrellas y el arco iris.
Hasta que las montañas se desmoronen en la llanura.
Oh! si, nos mantendremos intentando,
pisar esa fina línea.
Oh! nos mantendremos intentando...
Sólo transitando nuestro tiempo.
Mientras vivamos de acuerdo a la raza, color o creencia.
Mientras nos gobernemos por la locura ciega y pura codicia.
Nuestras vidas dictadas por tradición, superstición, falsa religión.
A través de la eternidad una y otra vez...
Oh! si, nos mantendremos intentando,
pisaremos esa fina línea
Oh!, nos mantendremos intentando...
Hasta el fin del tiempo.
Hasta el fin del tiempo.
A través de la pena y a través de nuestro esplendor.
No te ofendas ante mi insinuación.
Tú puedes ser lo que sea que quieras
ser.
Sólo transfórmate en aquello que crees
podrías ser alguna vez.
Se libre según tu compás, se libre, se
libre.
Renuncia a tu ego, se libre, se libre
ante ti mismo.
Si hay un Dios o cualquier clase de justicia bajo el cielo.
Si hay un punto, si hay una razón para vivir o morir.
Si hay una respuesta a las preguntas
que nos hemos
obligado a preguntar.
Muéstrate a ti mismo - destruye nuestros miedos –
suelta tu máscara.
Oh!, nos mantendremos intentando.
Oye, caminar esa delgada línea.
Si, nos mantendremos sonrientes, si.
Y lo que sea que pase, pasará.
Simplemente nos mantendremos intentando.
Hasta el fin del tiempo.
¿Qué insinúa el artista? ¿Cuál es el sentido de
su proposición?
¿Cómo podemos interpretar la expresión “caminar
en esa fina línea” o “caminar en la cuerda floja”?
¿Cuáles son las preguntas que se formula el
artista? ¿Son preguntas filosóficas? ¿Por qué?
Decíamos, anteriormente, que el
filósofo se aventura en llegar al fondo de las cosas, pero, ¿basta con esto? El
filósofo, ¿es sólo un hombre que contempla la realidad, que se contenta con
explicarla? Mercury afirma que “Simplemente nos mantendremos intentando hasta
el fin del tiempo”. Otra insinuación del pensador: la transformación de la
realidad.
Sobre esto, Karl Marx ha dicho:
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo,
pero de lo que se trata es de transformarlo” [2].
Así, el rol del filósofo no se circunscribe a abordar la realidad para, luego,
descifrarla, describirla y contemplarla. El filósofo, en Marx, está llamado a
sumarse a un cambio transformador.
En “El activista”, Raly
Barrionuevo muestra al pensador critico en su doble rol de concientizador y revolucionario.
El activista [3]
Un
activista de la conciencia
en escenarios sangrientos
ese soy yo.
Soy el latido de la nodriza
que mutilaron el vientre
soy su canción.
Como abrigarte urbano changuito
pon mi guitarra en tu fuego
y date calor.
Me voy camino de la esperanza
con mi fusil remontado
en el corazón.
Soy campesino lucha y trabajo
de La Simona hasta Chiapas
retumba mi voz.
Soy el colimba muerto en las islas
que tu memoria regresa
en cada oración.
Soy el costado rojo en tu calle
un activista sangrante
en escenarios sangrientos
ese soy yo.
Soy el latido de la nodriza
que mutilaron el vientre
soy su canción.
Como abrigarte urbano changuito
pon mi guitarra en tu fuego
y date calor.
Me voy camino de la esperanza
con mi fusil remontado
en el corazón.
Soy campesino lucha y trabajo
de La Simona hasta Chiapas
retumba mi voz.
Soy el colimba muerto en las islas
que tu memoria regresa
en cada oración.
Soy el costado rojo en tu calle
un activista sangrante
de
tierra y canción.
En este caso, el filósofo no se
contenta con el análisis de la realidad. Si el filósofo es un concientizador,
es decir, llama la atención sobre lo que está ocurriendo es, también, un ente
activo que promueve el cambio. “La filosofía activa, sostiene que tienen que
insertarse en los asuntos del mundo, debatir los problemas que interesan a los
hombres en cuanto tales, mostrar las posibles soluciones y ayudar a elegir
aquellas que, a largo plazo sean las más favorables al destino de los hombres.
Desde esta punto de vista, el filósofo no puede ser “el espectador
desinteresado del mundo” que observa cómo transcurre la vida porque está
inmerso en la vida misma y sigue la suerte común a los otros hombres” [4]
Para Umberto Eco el filósofo es
un pensador. Su quehacer se define así, como el oficio de pensar. Filosofar es
“utilizar los intersticios de nuestro tiempo para reflexionar sobre la vida,
sobre la muerte y sobre el cosmos” [5].
Esto es, un filosofar original. Pero también filosofar es pensar sobre lo que
otros han dicho, aprender a leer a los pensadores que nos han precedido, sus
búsquedas, sus métodos, las preguntas que se formularon y las respuestas a las
que arribaron, descubriendo a cada uno de ellos como hijos de su tiempo. “Saber
leer así a los filósofos del pasado significa saber redescubrir las fulgurantes
ideas que han expresado”.
The sound of silence [6]
Hola oscuridad, vieja amiga mía,
he vuelto para hablar contigo de nuevo,
porque una visión que se deslizó con sigilo
me dejó su simiente mientras dormía.
Y esa visión que quedó plantada en mi mente
aún permanece
dentro del Sonido del Silencio.
En sueños agitados, caminé a solas
por estrechas calles empedradas.
Bajo el resplandor de una farola
volví el cuello hacia el frío y la humedad
y entonces mis ojos fueron asaeteados
he vuelto para hablar contigo de nuevo,
porque una visión que se deslizó con sigilo
me dejó su simiente mientras dormía.
Y esa visión que quedó plantada en mi mente
aún permanece
dentro del Sonido del Silencio.
En sueños agitados, caminé a solas
por estrechas calles empedradas.
Bajo el resplandor de una farola
volví el cuello hacia el frío y la humedad
y entonces mis ojos fueron asaeteados
por el destello de una luz de neón
que rasgó la noche
y rozó al Sonido del Silencio.
Y bajo la desnuda luz pude ver
a diez mil personas o tal vez más.
Gentes que charlaban sin hablar,
gentes que oían sin escuchar,
gentes que escribían canciones
que rasgó la noche
y rozó al Sonido del Silencio.
Y bajo la desnuda luz pude ver
a diez mil personas o tal vez más.
Gentes que charlaban sin hablar,
gentes que oían sin escuchar,
gentes que escribían canciones
que ninguna voz jamás compartiría.
Y ninguno se atrevió a
perturbar el Sonido del Silencio.
Locos, les grité, ¿es que no saben
que el silencio crece como un cáncer?
Oigan mis palabras que quizás les sirvan de lección.
Tomen mis brazos para que los pueda abrazar.
Pero mis palabras cayeron
Y ninguno se atrevió a
perturbar el Sonido del Silencio.
Locos, les grité, ¿es que no saben
que el silencio crece como un cáncer?
Oigan mis palabras que quizás les sirvan de lección.
Tomen mis brazos para que los pueda abrazar.
Pero mis palabras cayeron
como silenciosas gotas de lluvia
y resonaron como un eco
en los pozos del silencio.
Y la gente se postró y se puso a rezar
ante el dios de neón que habían creado.
Y el anuncio se encendía y se apagaba
y resonaron como un eco
en los pozos del silencio.
Y la gente se postró y se puso a rezar
ante el dios de neón que habían creado.
Y el anuncio se encendía y se apagaba
mostrando su mensaje
con las palabras que iba formando.
Y el anuncio decía: "Las palabras de los profetas
con las palabras que iba formando.
Y el anuncio decía: "Las palabras de los profetas
están escritas
en las paredes del metro
y en los
pasillos de los bloques de alquiler".
Y susurró
en el Sonido del Silencio.
[1]
Compuesto por Queen y publicado a comienzos de 1991 en el álbum del mismo nombre.
Si bien los créditos mencionan a los cuatro miembros de la banda (Mercury – May
– Deacon – Taylor), se atribuye la canción a Mercury y Taylor. Innuendo es el
último álbum en estudio del cuarteto antes de la muerte de Freddie Mercury.
[2]
La cita se encuentra en el texto “Sobre Feuerbach”, escrito en el año 1845 y
redactado y publicado por Engels como “Tesis sobre Feuerbach”. Feuerbach fue un
filósofo alemán enrolado en el materialismo crítico.
[3]
Tema compuesto por Raly Barrionuevo, grabado en el disco “Población milagro”
del año 2002. Músico oriundo de Frías (Santiago del Estero), formó parte de “La
Juntada”, espacio musical compartido con Peteco Carabajal y el Dúo Coplanacu,
Raly expresa un folklore renovado con diálogos permanentes con el rock y otras
vertientes musicales. Su música está acompañada de un profundo compromiso
social a favor de los más necesitados y excluidos.
[4]
Nicolás Abbagnano.- “Los dos caminos de la filosofía”, publicado en “La Stampa”
(1967).
Abbagnano nación en
Salerno, en el año 1901 y murió en Milán en 1990. Es considerado representante
del existencialismo positivo que entiende a la existencia como posibilidad de
realización.
[5]
Umberto Eco.- El oficio de pensar”.- El País – 5/11/87. Disponible en http://elpais.com/diario/1987/11/05/opinion/563065206_850215.html
Umberto Eco, filósofo y
novelista italiano se ha destacado en numerosos ámbitos, de manera especial en
semiología y comunicación. Experto medievalista, es autor de “El nombre de la
rosa”, “Baudolino” y “El cementerio de Praga”, entre otras novelas.
[6] Compuesta por Paul Simon e interpretada por Simon and Garfunkel en el año 1964. Se
trata de uno de los dúos más representativos de lo que se llamó folk rock. Con
melodías sencillas y letras profundas, Simon and Garfunkel generaron éxitos
como Mrs. Robinson, The Boxer, Bridge over troubled water. En 2003 recibieron
un Grammy por su trayectoria.
Excelente Blogs. Me gustó. Felicitaciones al autor.
ResponderEliminarMuy bueno. Felicitaciones
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